martes, 24 de mayo de 2016

Las mujeres son la única mayoría que se sigue tratando como una minoría.


El pasado 28 de octubre, en el marco del III Espacio Factor Humà, tuve la suerte de asistir a una ponencia de la Dra. Berbel: "¿Qué es y que no es innovar desde la diversidad?". Según explicó, las políticas de diversidad provienen del lema de la Ilustración "todas las personas son iguales", así cuando sólo todas las personas son iguales es posible hacer una política de diversidad. Entendiendo la igualdad como igualdad de oportunidades, no como el antónimo de diferencia.
Ilustraba con el ejemplo de la compañía KPN como no se deben hacer las cosas: esta compañía había decidido abandonar su política de cuotas femeninas primando la contratación de minorías étnicas.
Como recordaba la Dra. Berbel en su charla en el marco del 3er Espacio Factor Humà, que las políticas de diversidad provienen del lema de la Ilustración "todas las personas son iguales", así cuando sólo todas las personas son iguales es posible hacer una política de diversidad. Entendiendo la igualdad como igualdad de oportunidades, no como el antónimo de diferencia.
Pero cuando observamos las políticas de diversidad de las empresas lo que vemos son un listado de colectivos con características especificas más o menos lejos del modelo hegemónico: "hombre, blanco, joven, heterosexual y sin discapacidad".
Encontraremos personas con discapacidad, personas muy jóvenes o muy mayores, personas no blancas, homosexuales, transexuales, etc., y entre todo ese listado encontramos a las mujeres; en este sentido se estaría entendiendo el género como un colectivo más, tratando a las mujeres como si fueran una minoría.
Reflexionemos sobre ese hecho: en diferentes teorías de diversidad nos encontraremos con esta manera, desde mi punto de vista errónea, de entender la diversidad.